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El Tratado de Alc��ovas

El Tratado de Tordesillas tuvo como antecedente al Tratado de Alc��ovas, firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los reyes Isabel y Fernando de Castilla y de Arag�north y el rey Alfonso V de Portugal, por el cual se sell� la paz que puso fin a la guerra de Sucesi�n Castellana. Adem�south de servir para formalizar el fin de la beligerancia, el pacto conten�a otras cl�usulas concernientes a la pol�tica de proyecci�northward outside, en un momento en que castellanos y portugueses compet�an por el dominio del oc�ano Atl�ntico y de las costas de �frica. A trav�due south del reparto de este tratado la Corona de Castilla recibi� las islas Canariasmientras que el Reino de Portugal obtuvo el reconocimiento de su dominio sobre las islas de Madeira, Azores y Cabo Verde, y sobre Guinea y en general sobre la costa africana �todo lo que es hallado e se hallare, conquistase o descubriere en los dichos t�rminos, allende de que es hallado ocupado o descubierto�.

Antecedente pr�ximo: el primer viaje de Col�n

En 1492 los reyes de Castilla y de Arag�n autorizaron a Crist�bal Col�northward a realizar una expedici�n mar�tima de descubrimiento navegando por el oc�ano Atl�ntico hacia el oeste. Participaron tres carabelas: laPinta, laNi�a y laSanta Mar�a, al mando de Mart�n Alonso Pinz�north, Vicente Y��ez Pinz�n y Juan de la Cosa, respectivamente.

A finales del siglo XV se consideraban 5�lidos los c�lculos de Claudio Ptolomeo sobre la circunferencia terrestre, de 180 000 estadios, lo que confer�a una circunferencia de 28 350 km. La circunferencia real de la Tierra es de 40 120 km, con una diferencia respecto al c�lculo de Ptolomeo de xi 770 km, y entre las costas americana y asi�tica hay un arco 1000�ximo de 11 200 km aproximadamente. Teniendo en cuenta este error de medida, y que desde la llegada de Marco Polo a China se ten�a conocimiento en Europa de los perfiles costeros orientales de Asia, Col�n esperaba encontrar la costa de Cipango exactamente en la ubicaci�n actual de las Antillas.

Las naves partieron de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492 y se dirigieron a las islas Canarias.² El 16 de septiembre las embarcaciones alcanzaron el mar de los Sargazos y el 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahani, en el archipi�lago americano de las Bahama islands. Col�due north sigui� con su periplo por el mar Caribe llegando a Cuba el 28 de octubre y a La Espa�ola el 6 de diciembre. El 24 de diciembre laSanta Mar�a encall� en las costas de La Espa�ola y con sus restos se construy� el Fuerte Navidad.

La expedici�n emprendi� el regreso el 16 de enero de 1493 y unos d�as g�s tarde una tormenta separ� las dos naves. LaPinta, al mando de Pinz�due north, lleg� a Bayona (Galicia) a finales de febrero y anunci� a los reyes Isabel y Fernando el descubrimiento.³ Entre tanto, laNi�a, en la que viajaba Col�n, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa Mar�a, en las Azores, y el 4 de marzo recal� en Lisboa, tras 7 meses y 12 d�equally de viaje. All� fue interrogado por el rey Juan II y lo puso al corriente de sus descubrimientos. Inmediatamente el monarca portugu�s reclam� la pertenencia de las nuevas tierras alegando derechos derivados del Tratado de Alc��ovas. Isabel y Fernando, por su parte, negaron tal pretensi�n aduciendo que la navegaci�due north se hab�a efectuado siempre al oeste,y no al sur de Canarias. El d�a fifteen Col�n regres� al puerto de Palos y el mes siguiente fue recibido en Badalona por los reyes.

Las bulas Alejandrinas

Para afirmar la soberan�a castellana sobre los territorios reci�north hallados por Col�due north, Isabel y Fernando solicitaron ayuda al papa Alejandro Half-dozen (Rodrigo Borgia), que hab�a sido elegido en agosto de 1492 y con el que 10�an una larga relaci�northward de favores mutuos. El Papa emiti� cuatro bulas, conocidas como bulas Alejandrinas, fechadas entre mayo y septiembre de 1493: la primeraInter caetera, la segundaInter caetera, la terceraEximiae devotionis y la cuarta y �ltimaDudum siquidem. En ellas estableci� que pertenecer�an a la corona de Castilla las tierras y mares al oeste del meridiano situado a 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde. Se decretaba la excomuni�north para todos aquellos que cruzasen dicho meridiano sin autorizaci�n de los reyes de Castilla.

Negociaci�n del tratado

Tras el regreso de Col�n y su paso por Lisboa en marzo de 1493, el rey Juan II de Portugal afirm� que las islas descubiertas estaban al sur de las Canarias e interpretaba que el Tratado de Alc��ovas se las adjudicaba, aunque seg�n otras interpretaciones ese tratado solo se refer�a a las costas africanas. Juan II orden� preparar una escuadra para verificarlo, para lo cual retuvo a dos pilotos portugueses que hab�an regresado con Col�n desde las Indias.4�La llegada de un emisario de los Reyes True cat�licos pidi�ndole que enviara embajadores a�Barcelona�para discutir el asunto hizo que suspendiera provisionalmente la expedici�northward. No obstante, en una carta escrita en agosto de 1493 Col�n inform� a los reyes de que los portugueses hab�an enviado una carabela desde�Madeira�hacia el oeste.4

Tras el regreso de Col�due north y su paso por Lisboa en marzo de 1493, el rey Juan II de Portugal afirm� que las islas descubiertas estaban al sur de las Canarias eastward interpretaba que el Tratado de Alc��ovas se las adjudicaba, aunque seg�n otras interpretaciones ese tratado solo se refer�a a las costas africanas. Juan II orden� preparar una escuadra para verificarlo, para lo cual retuvo a dos pilotos portugueses que hab�an regresado con Col�northward desde las Indias.⁴ La llegada de un emisario de los Reyes Cat�licos pidi�ndole que enviara embajadores a Barcelona para discutir el asunto hizo que suspendiera provisionalmente la expedici�north. No obstante, en una carta escrita en agosto de 1493 Col�n inform� a los reyes de que los portugueses hab�an enviado una carabela desde Madeira hacia el oeste.^four

Juan Two envi� a sus monarcas rivales al doc Pero Dias y a su secretario Rui de Pina, mientras que en mayo de 1493 se conoc�an las bulasInter Caetera, las cuales -en especial la segunda- eran muy favorables a los castellanos y consternaron al rey portugu�s. Portugal quedaba excluido en la pr�ctica de las empresas americanas, toda vez que la l�nea imaginaria de demarcaci�n trazada por designio papal lo relegaba a las costas africanas, quedando el Nuevo Mundo de forma privativa para el rey y la reina de Castilla y de Arag�due north. Estos pasaron a tener una actitud intransigente ya que contaban con el apoyo papal y la paz firmada con el rey de Francia.

Posteriormente, los Reyes Cat�licos y el monarca lusitano negociaron un tratado bilateral. Las delegaciones diplom�ticas se reunieron durante varios meses en Tordesillas. Seg�n el cronista portugu�s Garc�a de Resende, Juan II dispon�a de una red de espionaje muy eficaz formada por personas cercanas a los Reyes True cat�licos, cuya identidad no se conoce, y por un sistema de correos a caballo que llevaban r�pidamente las noticias a Lisboa.^four Los embajadores portugueses recib�an desde Lisboa informes secretos sobre cu�l iba a ser la posici�north negociadora de los castellanos junto a instrucciones directas del rey Juan.⁵

Finalmente los delegados de ambas monarqu�every bit alcanzaron un acuerdo que se plasm� en un tratado, firmado el 7 de junio de 1494, hoy denominado Tratado de Tordesillas. Por parte de los Reyes True cat�licos firmaron Enrique Enr�quez de Guzm�due north, mayordomo mayor de los reyes, Gutierre de C�rdenas, comendador mayor de la Orden de Santiago y contador real, y el physician Francisco Maldonado; por el lado portugu�s firmaron Ruy de Sousa, su hijo Juan de Sousa y el magistrado Arias de Almadana. Se fij� un plazo de cien d�as para su ratificaci�northward por los respectivos monarcas; los Reyes Cat�licos lo refrendaron el ii de julio de 1494 en Ar�valo, y Juan II lo hizo el 5 de septiembre siguiente en Set�bal. Los originales del tratado se conservan en el Archivo General de Indias en Sevilla (Espa�a) y en el Archivo Nacional de la Torre do Tombo en Lisboa (Portugal).⁶

El Tratado indicaba que se solicitar�a su confirmaci�n por la Santa Sede pero tambi�due north estipulaba claramente que ninguna de las partes podr�a ser dispensada de cumplirlo alegando el�motu proprio� papal.⁷ El Papa Alejandro Half-dozen nunca confirm� el Tratado y hubo que esperar a que Julio II lo hiciese por medio de la bulaEa quae pro bono pacis en 1506.

Contenido del Tratado

La esencia del Tratado consisti� en el convenio de una nueva l�nea de demarcaci�n, siendo esta la que, teniendo sus extremos en ambos polos geogr�ficos, pasase a 370 leguas^eight al oeste de las islas de Cabo Verde.^nine La gran diferencia con la demarcaci�n establecida en las bulas pontificias fue que la parte oriental de Am�rica del Sur, el extremo este de Brasil, quedaba ahora adscrito al �rea de acci�n de Portugal, lo que posibilit� el sometimiento a su soberan�a cuando en 1500 Pedro �lvares Cabral arrib� a las costas brasile�as.

En suHistoria de Espa�a Ram�n Men�ndez Pidal calific� el Tratado de Tordesillas como el primer tratado moderno de la historia europea pues, por primera vez, al lado de los diplom�ticos que llevaban las conversaciones hab�a dos grupos de peritos (espa�oles y portugueses) que asesoraban t�cnicamente a los primeros.

El motivo del tratado fue expresado como:

... que por quanto entre los dichos se�ores sus constituyentes hay cierta diferencia, sobre lo que � cada una de las dichas partes pertenece, de lo que fasta oy dia de la fecha desta capitulaci�n est� por descobrir en el mar Oc�ano...

El l�mite fue establecido de la manera siguiente:

... que se haga � se�ale por el dicho mar Oc�ano una raya, � l�nea derecha de polo � polo, convien � saber, del polo �rtico al polo antartico, que es de Norte � Sul, la qual raya � fifty�nea se aya de dar, � d� derecha, como dicho es, � trecientas � setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del Poniente, por grados � por otra manera como mejor y mas presto se pueda dar, de manera que no sean mas...

La asignaci�due north de jurisdicciones fue:

� que todo lo que hasta aqu� se ha fallado � descobierto, � de aqu� adelante se hallare, � descobriere por el dicho se�or de Portugal, � por sus navios, asy islas como tierra firme, desde la dicha raya, � l�nea dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Levante dentro de la dicha raya � la parte del Levante, � del Norte, � del Sul della, tanto que no body of water atravesando la dicha raya, que esto sea, � finque, � pertenezca al dicho se�or rey de Portugal � � sus subcesores, para siempre jamas, � que todo lo otro, asy islas, como tierra firme, halladas y por hallar, descubiertas y por descobrir, que son � fueren halladas por los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, � de Arag�north, etc., � por sus navios desde la dicha raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente, despu�s de pasada la dicha raya hacia el Poniente, � el Norte, � el Sul della, que todo sea, � finque, � pertenezca � los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, de Le�n, etc., � � sus subcesores para siempre jamas.

Las partes se comprometieron -con obligaci�n de entrega si lo faltasen- a no enviar expediciones hacia la jurisdicci�n de la otra:

... que de oy en adelante no embiar�n navios algunos; convien � saber, los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, � de Le�north, � de Arag�due north, etc., por esta parte de la raya � la parte del Levante aquiende de la dicha raya, que queda para el dicho se�or rey de Portugal � de los Algarbes, etc., ni el dicho se�or rey de Portugal � la otra parte de la dicha raya, que queda para los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, � de Arag�north, etc., � descobrir � buscar tierras, ni islas algunas, ni � contratar, ni rescatar, ni conquistar en manera alguna...

A los barcos espa�oles se le reconoci� la libre navegaci�n por las aguas del lado portugu�s para viajar a Am�rica:

... los dichos navios de los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, de Le�n, de Arag�n, etc., puedan ir � venir, y vayan � vengan libre, segura � pac�ficamente sin contradicci�due north alguna por los dichos mares que quedan con el dicho se�or rey de Portugal, dentro de la dicha raya en todo tiempo, � cada y quando Sus Altezas, � sus subcesores quisieren, � por bien tuvieren; los quales vayan por sus caminos derechos, � rotas, desde sus reynos para cualquier parte de lo que est� dentro de su raya � l�mite... no pueden apartarse, salvo lo que el tiempo contrario los fiziere apartar...

Teniendo en cuenta que se estaba desarrollando el Segundo viaje de Col�n, se acord� tambi�due north que si hasta el twenty de junio de 1494 los navegantes de Castilla y Arag�n descubr�an alguna isla o tierra firme entre las 250 y 370 leguas de polo a polo desde Cabo Verde, deb�an quedar para los reyes espa�oles. Lo cual no ocurri� ya que Col�north no se acerc� a Sudam�rica en sus primeros dos viajes.

� que todas las islas, � tierra firme, que hasta los dichos veinte dias deste mes de junio en que estamos, sean falladas � descobiertas por los navios de los dichos se�ores rey � reyna de Castilla, � de Arag�n, etc., � por sus gentes, � en otra qualquier manera dentro de las otras ciento � veinte leguas, que quedan para complimiento de las dichas trecientas � setenta leguas, en que ha de acabarla dicha raya, que se ha de fazer de polo � polo, como dicho es, en qualquier parte de las dichas ciento � veinte leguas para los dichos polos que sean falladas fasta el dicho dia, queden � finquen para los dichos se�ores rey � reyna de Castilla � de Arag�northward, etc.,

Tratado sobre pesquer�a en �frica y sobre el Reino de Fez

El segundo tratado firmado en Tordesillas el seven de junio de 1494 fij� una veda de 3 a�os a los espa�oles durante la cual no pod�an pescar en las aguas entre el cabo Bojador y R�o de Oro y m�south al sur, pero southward� pod�an asaltar la costa musulmana adyacente. Al norte del cabo Bojador ambos pa�ses pod�an pescar y asaltar la costa. Las zonas de influencia en el Reino de Fez fueron delimitadas en el pueblo de Cazaza hacia el levante.
Demarcaci�n de la l�nea lim�trofe

El Tratado de Tordesillas s�lo especificaba la l�nea de demarcaci�n como una raya derecha de polo a polo a 370 leguas derechas al poniente de las islas de Cabo Verde. No especificaba la l�nea en grados de meridiano, ni cuantas leguas entraban en un grado, ni identificaba la isla desde la que deb�an contarse las 370 leguas.¹⁰ El tratado declaraba que esas materias ser�an establecidas por una expedici�northward conjunta que nunca se llev� a cabo.

... para que la dicha l�nea � raya de la dicha partici�n se aya de dar, � d� derecha, � la mas cierta que ser podiere por las dichas trecientas � setenta leguas de las dichas islas del Cabo Verde hacia la parte del Poniente, como dicho es, concordado, � asentado por los dichos procuradores de amas las dichas partes, que dentro de diez meses primeros siguientes, contados desde el dia de la fecha desta capitulaci�north, los dichos se�ores sus constituyentes hayan de embiar dos � quatro caravelas, convien � saber, una � dos de cada parte, � menos, segund se acordaren por las dichas partes que son necesarias, las quales para el dicho tiempo sean juntas en la isla de la gran Canaria ... los quales dichos navios, todos juntamente contin�en su camino � las dichas islas del Cabo Verde, � desde all� tomar�n su rota derecha al Poniente hasta las dichas trecientas � setenta leguas, medidas como las dichas personas, que asy fueren, acordaren que se deven medir, sin perjuicio de las dichas partes, y all� donde se acabaren se haga el punto, � se�al que convenga, por grados de Sol � de Norte, � por singradura de leguas, � como mejor se pudieren concordar.

Expirado el plazo acordado de diez meses sin que se reunieran los expertos de ambas partes, el 15 de abril de 1495 se acord� que la reuni�n se efectuara en julio de 1495 en alg�n punto fronterizo, pero tampoco se llev� a efecto. La demarcaci�n del l�mite nunca se realiz� y cada parte translate� el tratado a su conveniencia.

Dificultades para establecer la posici�n de la l�nea

Los navegantes de la �poca no se pon�an de acuerdo respecto de cuantas leguas hab�a en un grado de meridiano, entre los espa�oles se encontraban opiniones entre: xiv y one/half-dozen, 15, xvi y two/three, 17 y i/2 y 21 y three/8 leguas por grado. Lo mismo ocurr�a entre los portugueses, entre los cuales hab�a opiniones de 18, 20 o 25 leguas por grado. No era entonces conocido exactamente el tama�o de la esfera terrestre y por lo tanto la distancia entre cada meridiano variaba de acuerdo a la longitud que se le atribu�a a la esfera, esto hac�a que aunque se estuviera de acuerdo en cuantas leguas hab�a en un grado de longitud, su distancia en kil�metros variar�a de acuerdo al tama�o atribuido a la Tierra, y a la latitud a la que se midieran. En esa �poca era posible para determinar la latitud mediante la observaci�n de la estrella polar con united nations cuadrante o un astrolabio, pero para la determinaci�n de la longitud la �nica manera de poder fijar distancias en el mar y la �nica forma muy imprecisa de determinarla era por medio del tiempo empleado en recorrer una distancia determinada. Esto requer�a velocidades constantes y adem�south no hab�a relojes precisos.

Aunque los portugueses sab�an navegar determinando la latitud, Col�north y los dem�s navegantes espa�oles navegaban utilizando la br�jula. Entonces se cre�a que, si se navegaba sobre la superficie terrestre manteniendo una direcci�due north fija con la br�jula, la trayectoria recorrida era un c�rculo m�ximo, y un nav�o que siguiese united nations rumbo fijo llegar�a a dar la vuelta al mundo volviendo al punto de partida. Este concepto se refleja en la utilizaci�n de la palabraderecha en el tratado. Pedro Nunes fue el primero en se�alar la falsedad de esa creencia y descubrir las l�neas loxodr�micas, que present� al publicar en 1537 en los vol�menes:Tratado sobre navegaci�n mar�tima yTratado sobre algunas dudas de la �poca sobre navegaci�n mar�tima. Al seguir un rumbo fijo no se puede regresar al punto de partida y la trayectoria se acerca a uno de los polos asint�ticamente. Los mapas de la �poca muestras las distorsiones provocadas por este fault trazando una raya que solo pasaba por los polos en el meridiano de origen, por ejemplo el Planisferio de Cantino de 1502, que es la m�south antigua representaci�n portuguesa conocida en la que aparece la fifty�nea de Tordesillas. La l�nea de demarcaci�northward estaba situada a mitad de camino entre el cabo San Roque, punto extremo nordeste de Am�rica del Sur, y el estuario del r�o Amazonas, aproximadamente a los 42�xxx'O y se distorsiona dejando en el hemisferio portugu�s toda Groenlandia, Terranova y parte de Labrador. Por el sur se interna m�s al occidente en Sudam�rica dejando el cabo de Santa Marta al oriente. El error de dibujar los mapas en base a los rumbos magn�ticos, que es el conocimiento existente al firmar el tratado, era favorable a los portugueses, que ampliaban as� sus territorios en Brasil, por lo que fue sostenido en sus mapas y reclamaciones.

La primera opini�n espa�ola sobre la posici�n de la fifty�nea del tratado fue la del catal�due north Jaume Ferrer de Blanes en 1495, realizada a solicitud de los reyes de Castilla y Arag�n. Ferrer consider� que la l�nea de demarcaci�due north deb�a establecerse desde xviii� (de twenty y v/eight leguas por grado) al occidente de la m�due south cardinal de las islas de Cabo Verde, la isla de Fogo (que seg�north �l estaba a 15�O), estableciendo que la l�nea del tratado estaba a los 42�25'O, pero cre�a que el tama�o de la esfera terrestre era un 21,one% thousand�due south grande que el que en realidad es. Ferrer tambi�north estableci� que la legua deb�a ser de 32 estadios ol�mpicos (6,15264 km), de esta manera la l�nea de Ferrer coincid�a con el meridiano 45�37'O.¹¹ Para resolver el problema propon�a un viaje en forma triangular, pero que no conoc�a que calculaba por l�nea loxodr�mica y no por un arco de c�rculo m�ximo.¹²

En el mapa de Juan de Cosa de aparece una l�nea de polo a polo tituladali�a meridional que pasa por las islas Cabo Verde. Algunos especulan que podr�a tratarse de la primera representaci�n gr�fica conocida referida al Tratado de Tordesillas, en caso de que fuera la 50�nea de origen desde donde contar las 370 leguas.

En 1518 el espa�ol Mart�n Fern�ndez de Enciso localiz� la l�nea a los 47�24'O, pero cre�a que la esfera terrestre era un 7,seven% 1000�s peque�a de lo que es, por lo que su l�nea pasaba a los 45�38'O.^thirteen

Junta de Badajoz y Elvas de 1524

En raz�north de la disputa por las islas Molucas, entre el 1 de marzo y el 31 de mayo de 1524 se reunieron peritos de ambas coronas, entre ellos por Espa�a los navegantes Tom�due south Dur�n, Sebasti�n Gaboto y Juan Vespucio, quienes dieron su opini�n a la Junta de Badajoz-Elvas que fue establecida para fallar en la disputa. Ellos especificaron que la 50�nea deb�a estar a los 22� desde 9 millas al occidente del centro de la isla de San Antonio, la m�s al occidente de las del Cabo Verde (sosten�an que en un grado entraban 17,five leguas). La esfera terrestre considerada entonces era 3,1% m�southward peque�a que la actual, por lo que la 50�nea fijada a los 47�17'O corresponde en realidad a los 46�36'O. El mapa utilizado por la parte espa�ola fue elTotius Orbis Descriptio Tam Veterum Quam Recentium Geographorum Traditionibus Observata Novum de Juan Vespucio, impreso en Italy en 1524. Los portugueses presentaron a la Junta de Badajoz-Elvas un mapa en el que la l�nea fue marcada a los 21�30' al occidente de San Antonio. Las reuniones terminaron sin alcanzar un acuerdo.¹⁴

Tratado de Zaragoza

El Tratado de Tordesillas no se�alaba una l�nea como c�rculo 1000�ximo meridiano, solo una recta desde el polo norte al polo sur. No se conoc�a entonces el concepto de pismire�poda ni de hemisferio contrario, pero a�os despu�due south ambas partes intentaron usar el tratado para delimitar sus zonas de influencia en Asia. El Tratado de Zaragoza fue firmado el 22 de abril de 1529 entre Espa�a y Portugal, donde reinaban Carlos I y Juan 3 respectivamente, y fijaba las esferas de influencia de Portugal y Espa�a a 297,five leguas al este de las islas Molucas. Esta l�nea de demarcaci�n se encontraba por lo tanto cerca del meridiano 135�O.

Junta de Badajoz y Elvas de 1681

Cuando los portugueses fundaron la Colonia del Sacramento en la margen izquierda del r�o de la Plata en 1680, el gobernador de Buenos Aires reaccion� arrasando la colonia, por lo que Portugal reclam� ante la Corona espa�ola. El 17 de mayo de 1681 se firm� un tratado provisional en Lisboa que reprodujo las juntas de Badajoz y Elvas de 1524, ya que deb�an nombrarse comisionados de ambas partes que se reunir�an alternativamente en Badajoz y Elvas para que en el plazo de dos meses emitir un dictamen sobre la posici�n de la 50�nea de Tordesillas, someti�ndose a un laudo del papa Inocencio Eleven en caso de no hallarse una soluci�n.¹⁵

La junta deliber� entre el 4 de noviembre de 1681 y el 22 de enero de 1682. Los comisarios portugueses pretendieron que las 370 leguas deb�an contarse desde el extremo occidental de la isla de San Antonio y los espa�oles desde el centro de la de San Nicol�due south. Se acord� que deb�an verificarse los puntos por donde pasar�an cada una de las dos 50�neas propuestas y una vez determinadas, se proceder�a a establecer la isla de origen.

La segunda dificultad se nowadays� al no ponerse de acuerdo sobre qu� cartas servir�an de referencia, los espa�oles pretend�an que fuesen las realizadas por cart�grafos holandeses, mientras que los portugueses pretend�an valerse de sus propias cartas, las hechas por Pedro Nunes, Juan Texeira y Juan Texeira de Albornoz. De acuerdo a las cartas holandesas, Colonia del Sacramento quedaba en territorio espa�ol, pero seg�north las portuguesas, la l�nea pod�a pasar: 13 leguas al occidente (si se tomaba la isla San Antonio) o xix al oriente (si se tomaba San Nicol�s).

No habiendo acuerdo, se dispuso trasladar al papa la decisi�northward. Espa�a envi� a Roma al duque de Jovenazo, pero Portugal no envi� a nadie y el papa dej� transcurrir el plazo de un a�o fijado para laudar.^xvi

Transgresi�n del tratado

En 1534 el rey portugu�s Juan Three cre� el sistema de capitan�as hereditarias para colonizar Brasil, don� a Pero Lopes de Sousa la capitan�a de Santana que se extend�a desde la isla de Mel en el grupo de Canan�ia hasta Laguna, que mucho despu�due south fue considerada en Portugal como el punto extremo de su territorio en Am�rica del Sur, es decir por donde cre�an que pasaba la l�nea de Tordesillas.

Aunque gran parte esto fue debido a la dificultad existente en el siglo 15 para la determinaci�n de la longitud, los portugueses transgredieron con creces las fronteras que les se�alaba la 50�nea de Tordesillas justificando su actitud en la dificultad para fijar las longitudes (ubicaci�due north de los meridianos) debido a la imprecisi�due north de los instrumentos de la �poca (entonces para se�alar laslongitudes o meridianos se hac�an c�lculos aproximativos en los cuales el recurso m�s apropiado sol�a ser la corredera; reci�n a mediados del siglo XVIIIInglaterra desarroll� precisos cron�grafos (cron�metro de Harrison inventado en 1765) que, unidos a los sextantes, dieron la posibilidad de ubicar con bastante precisi�n la posici�n de los meridianos).

Estas dificultades hicieron que en diversos mapas portugueses la boca del R�o de la Plata e incluso del estrecho de Magallanes aparec�an como situadas al este de la 50�nea de Tordesillas, es decir, como territorios del Brasil. En otros casos, los mapas se falsificaban corriendo la tierra hacia el este para incluirla en la zona portuguesa, como pudo haber ocurrido en el Planisferio de Caverio dibujado entre 1504-1505.¹⁷

Adem�s, durante sesenta a�bone el tratado dej� de tener sentido legal, puesto que entre 1580 y 1640 Espa�a y Portugal tuvieron un mismo monarca espa�ol en una uni�north din�sticaaeque principaliter bajo la Casa de Republic of austria,¹⁸y los reyes otorgaron a exploradores portugueses capitan�as y concesiones en la cuenca amaz�nica. Every bit�, a partir de 1580 los comerciantes y colonos portugueses pod�an establecerse sin preocupaciones grand�s all� del citado meridiano, penetrando profundamente en la selva brasile�a. De este modo, cuando en 1640 se produjo la independencia de Portugal, retuvo consigo las posesiones adquiridas hasta entonces mucho thousand�due south al oeste de la demarcaci�n del Tratado de Tordesillas en virtud del preceptouti possidetis ite possideatis.

Supuesto marco del tratado en Canan�ia

Durante el tercer viaje de Am�rico Vespucio al Nuevo Mundo, el 15 de febrero de 1502 la expedici�north portuguesa que iba al mando de Gonzalo Coelho, al alcanzar la latitud aproximada de 25� 35' S, que corresponde a la isla del Cardoso en el grupo de Canan�ia, celebr� una junta que decidi� si se continuar�a el viaje a trav�s de los dominios espa�oles, all� asumi� el mando de la expedici�n Am�rico Vespucio. En 1767 fue hallada en la playa de Itacuru�� en la isla de Cordoso una pieza de grand�rmol de 80 por 40 por xx cent�metrosenclavada en el suelo y esculpida con el escudo de armas de Portugal. Magnaghi cree que la columna s�lo pudo ser puesta por la expedici�n de Vespucio de 1502 para se�alar la l�nea de Tordesillas, aunque otros suponen que fue Martim Afonso de Sousa en 1531. El marco permaneci� en la isla hasta 1841, cuando el ministro del Imperio de Brasil, el Bar�due north de Capanema, lo retir� y lo llev� al Museo Royal en R�o de Janeiro.¹⁹^twenty Existe una r�plica en el mismo lugar en donde fue hallada la pieza original a 25�06′27.44″S47�53′43.43″O .²¹

Abolici�n del tratado

El Tratado de Madrid de 1750, suscrito entre el Reino de Espa�a y el Reino de Portugal anul� el Tratado de Tordesillas y cualquier otro complementario:

Fine art�culo I: El presente tratado ser� el �nico fundamento y regla que en adelante se deber� seguir para la divisi�north y l�mites de los dominios en toda la Am�rica y en Asia; y en su virtud quedar� abolido cualquier derecho y acci�n que puedan alegar las dos Coronas, con motivo de la bula del Papa Alejandro Half dozen, de feliz memoria, y de los tratados de Tordesillas, de Lisboa y Utrecht, de la escritura de venta otorgada en Zaragoza, y de otros cualesquiera tratados, convenciones y promesas; que todo ello, en cuanto trata de la l�nea de demarcaci�n, ser� de ning�north valor y efecto, como si no hubiera sido determinado en todo lo dem�s en su fuerza y vigor. Y en lo futuro no se tratar� m�s de la citada 50�nea, ni se podr� usar de este medio para la decisi�n de cualquiera dificultad que ocurra sobre los l�mites, sino �nicamente de la frontera que se prescribe en los presentes art�culos, como regla invariable y mucho menos sujeta a controversias.

Sin embargo, el Tratado de Madrid fue anulado por el Tratado de El Pardo de 1761, que restableci� la l�nea de Tordesillas hasta que fue abandonada definitivamente por el Tratado de San Ildefonso del 1 de octubre de 1777.

Actualidad

La mayor�a de los mapas hist�ricos actuales brasile�bone muestran la l�nea de demarcaci�north a 48� 42'O pasando cerca de las ciudades de Bel�n de Par� y de Laguna.²² En esta fue construido en 1975 united nations monumento conmemorativo o marco del tratado.²³²⁴²⁵ La l�nea corresponde a donde finalizaba la capitan�a de Santana de acuerdo a la carta de donaci�n del 21 de enero de 1535.

Los mapas hispanoamericanos muestran en general la l�nea pasando por Canan�ia, coincidente con la capitulaci�n firmada el 21 de agosto de 1536 entre la reina Juana y Gregorio de Pesquera Rosa, por la cual se le otorgaron beneficios sobre fifty leguas de costa:la tierra adentro que comienza desde donde dicen la Cananea hazia el rio de Santa Catalina.²⁶

En 2007 Espa�a y Portugal inscribieron al tratado en la Unesco como patrimonio documental recomendado para su inclusi�n en elRegistro de la Memoria del Mundo del Programa Memoria del Mundo.²⁷

Si se toma en cuenta el marco legal existente en Derecho Internacional en los siglos Sixteen y XVII - Alguien tiene que ense�arles historia a los political leader�ticos y educadores de Inglaterra y EUA, las Trece Colonias inglesas fueron fundadas ilegalmente por Inglaterra al invadir un territorio que no les correspond�a, que no hab�an descubierto y que invadieron sin permiso de la Corona Espa�ola. Falsear o ignorar la historia deber�a de ser un delito. Los exploradores alemanes fueron invitados por el Emperador al ser parte del imperio y se les di� una concesi�n en Venezuela. (ver art�culo anterior).